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Un laberinto empresarial, social, mediÄtico y jurÍdico -judicial, mejor dicho- de difÍcil escape y que merece el anÄlisis ponderado de este poliÉdrico asunto. Son tres las variantes que, al hilo de sus fundamentos, ofrece el problema, y una mÄs como consecuencia jurÍdico-econÒmica del litigio: la ambiental -en su vertiente de delimitaciÒn del dominio p×blico marÍtimo terrestre y sus servidumbres de protecciÒn, y en la de la protecciÒn del parque natural, con sus continuos cambios de delimitaciÒn y las sucesivos refrendos y anulaciones judiciales a los lÍmites y alcance protector de sus determinaciones-, la urbanÍstica -por la discutida y discutible vigencia en el transcurso de los 'tiempos procesales' y de la virtualidad actual de planes y licencias, que pudieran devenir ya in×tiles para el fin para el que se obtuvieron-, y la dominical -sobre la propiedad del terreno, quiÉn es su titular, quiÉn debÍa serlo, si la mano privada o la p×blica, mediante la aplicaciÒn de institutos coactivos, como la expropiaciÒn o el retracto, que parecen haber sido manejados con infructuosa pericia por las administraciones competentes-.