Suscríbete a nuestro boletín de novedades y recíbelo en tu email.
Esta obra tiene varias cosas fascinantes. Una de ellas: todo lo que aquAƒA se dice es verdad. Pero es verdad porque es ficciAƒA n. AsAƒA de contradictorio. A‚A¿O trata de la trascendencia? Un grupo de personas se dedican a actuar en una compaAƒA AƒA a que se ha institucionalizado o que parece que (peor todavAƒA a) se ha sindicalizado. Muchos aAƒA os despuAƒA©s se desgarran unos a otros en un juego por permanecer en la memoria del pAƒAºblico. A‚A¿PodrAƒA amos, serAƒA amos capaces, de humillarnos a nosotros mismos hasta el patetismo por la absurda aprobaciAƒA n de un grupo de desconocidos? La efAƒA mera posibilidad de ser eternos, cito al autor. David GaitAƒA¡n fue un dramaturgo joven que nos deslumbrAƒA con algunas formas y recursos dramAƒA¡ticos en sus primeros textos. Obras llenas de vida y de AƒA mpetu. Pero eso se acabAƒA . CreciAƒA aun antes de que pudiAƒA©ramos darnos cuenta. Obra tras obra y frente a nuestras narices. A‚A¡Ahora es un dramaturgo maduro (que todavAƒA a tiene veintitantos) que sabe bien de quAƒA© quiere hablar y cAƒA mo! Tiene un estilo y una mirada personal. Es sensato pero tambiAƒA©n apasionado. Y habla del teatro como quien habla de su familia. CarAƒA¡cter y cla