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Era bien entrada la noche y Lu estaba estirada en la cama sin una pizca de sueA o. Se distraA a mirando a Minina, su gata, como jugaba en la ventana. Su abuelo, para ayudarla a atrapar el sueA o, le contarA¡ la mA¡gica historia de los bostezos viajeros, como vienen saltando de boca en boca de las personas y animales desde tierras lejanas hasta llegar a nuestra boca. A¿ConseguirA¡ que Lu se duerma?