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Hace treinta a?os, en la Conferencia Intergubernamental de 1991, Espa?a propuso el establecimiento de una ciudadan?a europea: una nueva instituci?n jur?dica al servicio del ciudadano, que formalizabaun doble v?nculo pol?tico, con el Estado miembro y con la Uni?n. A esa ciudadan?a europea, complementaria de la nacional, se asociaban un haz de derechos que en aquel momento del proceso de integraci?n constitu?an un avance importante. Tambi?n se establec?a un procedimiento especial para completarlos con el paso del tiempo.