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- Me gustaría volver a la guerra.
- Mis hombres necesitan recuperar el gusto por la batalla y la victoria.
- Pero no podemos invadir Mónaco. ¿Para qué haríamos algo así?.
- Mi buen capitán. Sabe igual que yo que esa ciudad está plagada de húngaros y de putas. Para mis hombres sería un placer arrasarla.
- Mi general, eso ya no se hace.
- ¿Y Córcega? Esos llevan ya una buena temporada tocándome los cojones.