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En la peripecia de Jude Fawley en el abandono de su mujer, en su renuncia forzosa a seguir estudios universitarios, en la relación ilícita, tortuosa y vagabunda que emprende con su prima Sue-, Thomas Hardy quiso basar una fábula trágica con el propósito de mostrar que, como dice Diderot, la ley civil debería ser solo el enunciado de una ley natural . Sin embargo, esta personal ilustración del conflicto entre la ley y el instinto fue acogida con tanta saña y escándalo por sus contemporáneos que un obispo hasta llegó a quemarla públicamente.