Suscríbete a nuestro boletín de novedades y recíbelo en tu email.
Dice un refrán que quien siembra vientos recoge tempestades. Algunas veces con nuestras acciones, intencionadas o no, hacemos mucho daño, tanto que quien recibe ese daño, a veces siente una irrefrenable necesidad de venganza. Nuestras vidas transcurren en lo cotidiano sin darnos cuenta de que vivimos en un mundo lleno de alfileres y, cuando uno de ellos nos pincha, nuestra reacción es imprevisible. Cuando el dolor invade a una persona, su personalidad puede sufrir una transformación devastador