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Los platos que nos presenta en este libro están organizados adecuándolos a las distintas etapas de la niñez, dejándonos sólo el trabajo de escoger los distintos menús que se pueden preparar a lo largo de la semana.
Además, utilizando una de nuestras más útiles herramientas, la pirámide de la alimentación podremos saber con qué frecuencia se deben consumir los distintos grupos de alimentos.
No encontraremos un solo menú difícil de preparar en nuestra cocina y es aquí donde reside la mayor valía del libro, pues no tiene el autor otra intención que la de simplificar y ayudar a que nuestros hijos puedan disfrutar de una buena alimentación.
En los distintos menús pueden degustarse productos típicos de nuestra tierra como el aceite de oliva (un clásico en los libros de Oneto), las verduras, las legumbres, el pescado azul y tantos otros que claramente se identifican como parte de nuestra tradición, envueltos de elocuencia en la forma
de prepararlos. Especial mención merecen las fotografías que ilustran el libro, sugerentes y que invitan a acercarse a la cocina.