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El proceso de integración europea recibió con la incorporación de España y Portugal en 1986, por un lado, y el impulso creativo y dinamizador del Acta Única Europea, por otro, una nueva dimensión. Responde además este proceso al reto de la realidad europea.
El pujante desarrollo tecnológico, la consecuente apertura de la economía internacional, la multinacionalidad de las instituciones y de los procesos, en suma las nuevas dimensiones de globalidad, imponen al desarrollo europeo su reto histórico.
Este proceso de creación de un mercado único exige, como condición clave, un ordenamiento de sus monedas, de sus sistemas monetario y crediticio, en suma, una estrecha cooperación entre sus instituciones monetarias.
Para la empresa se abren nuevas formas de diseñar, organizar y realizar sus actividades y sus cálculos económicos.
En este Dictamen se trata de evaluar las alternativas o estrategias disponibles, con sus ventajas e inconvenientes, para la realización de este proceso de integración de los sistemas monetarios y crediticios.
Se buscan en el conocimiento económico propuestas para poder elegir, entre las diversas alternativas, aquélla que más eficientemente contribuya a este proceso fundamental de la integración europea.
Se aporta con esta contribución la base para un diálogo objetivo y fructífero sobre la clave de ordenamiento europeo.