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A¿Alguna vez te has sentido devastado y las lA¡grimas han bajado por tus mejillas, debido a que, una vez mA¡s, le has fallado a Dios? Te prometiste a ti mismo que nunca mA¡s caerias en el pecado. Rezaste por ello una y otra vez, pero ha vuelto a ti en el momento mA¡s inoportuno, haciendo que retrocedas varios pasos. A¿PodrA¡s conseguir la victoria que tanto deseas? Tal como Aaron Davis y asi como miles de pastores y millones de cristianos en todo el mundo, te debes haber sentido impotente ante las mismas trampas que te han detenido durante toda tu vida. Has orado para que Dios las quite de tu camino. Sin embargo, justo cuando parecia que salias adelante, ese mismo error te volviA a obstaculizar, limitando tu progreso y saboteando todo lo que podias haber conseguido. Este es un escenario al que todos nos enfrentamos. una seA al reveladora de que estamos ante una barrera en nuestras