Suscríbete a nuestro boletín de novedades y recíbelo en tu email.
Ha sido emocionante comprobar el regocijo con el que los poetas se alborozaban pensando en si sus poemas eran lo suficientemente musicales+ para ser cantados, cómo se azoraban descartando, proponiendo versos, incluso cuando la selección estaba ya concluida, o cómo se preocupaban por quién los musicaría. Por su parte, los músicos han mimado al extremo los versos propuestos, incluso musicando varios para descartar dolorosamente después y quedarse con uno, pidiendo opinión al autor, documentándose sobre su+ poeta, allanando el camino con propuestas y sugerencias.