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Wayne Shelton asiste a la recepción del senador Dumbrech, quien lo ha contratado para medir la eficacia de su sistema de seguridad. Inesperadamente, un coche entra en tromba en los jardines de la mansión del senador, conducido por un dudoso individuo que afirma haber compartido celda en una prisión de Yakarta, junto… ¡al hijo de Shelton! Shelton, que jamás ha tenido descendencia, decide sin embargo ir a Indonesia para entrevistarse con Tran, su supuesto hijo, ya que este dice haber encontrado la pista de Hooker, un viejo enemigo de nuestro gentleman aventurero.