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La gestión de la Calidad Total se ha convertido en una forma de llevar la organización para que a través
de la cooperación y colaboración de las personas que lo integran se consiga mejorar la calidad de sus
bienes o servicios.
Con ello se conseguirá el objetivo de la mejora continua (no sólo en origen, sino a través de todo el proceso) de la satisfacción de los clientes internos y externos a la firma.
Con ello, se da un salto cualitativo en la consideración de que es un objetivo empresarial y de la Dirección, la labor de liderazgo de esta nueva forma de pensar y actuar en la organización y que conlleva a nuevas formas de compromiso y de motivación.
Comprometer a las personas con el resultado directo de sus acciones, aportar la visión de calidad de cada empleado y eliminar lo que no aporta valor, resulta más rentable y efectivo que controlar, inspeccionar y gestionar las desviaciones con respecto a la norma.
El esfuerzo en crear la mutua confianza en base a una continua escucha activa de empleados, suministradores y clientes tiene su contrapartida en la respuesta del cliente interno y externo y por tanto en la Calidad Total.